"Andrea era una chica especial, con pensamientos interesantes, acciones controversiales, y actitudes para lo que sea que se proponga a ser. Javier era el hombre para ella —porque eso era Javier, un hombre—. Estudiante universitario de Arquitectura, jugador de fútbol y natación, siendo la estrella en las competencias; niño mimado, y chico deseado. Siempre merodeaba por el instituto, ya sea para estar con su madre cinco minutos o para conseguir pareja de baile.
Ni Javier ni Andrea daban el primer paso, sólo se miraban de lejos, se lanzaban indirectas por medio de Mirta y coqueteaban a la distancia. Era algo interesante ya que ninguno en sí, estaba interesado en algo específico. Se trataba sólo de un juego a distancia; el primero en acortarla podía dar inició a algo o derrumbar por completo lo poco que ya existía entre ellos. El destino siempre es incierto. ¿Tú qué piensas? ¿Qué está es otra historia color rosa?"
Ni Javier ni Andrea daban el primer paso, sólo se miraban de lejos, se lanzaban indirectas por medio de Mirta y coqueteaban a la distancia. Era algo interesante ya que ninguno en sí, estaba interesado en algo específico. Se trataba sólo de un juego a distancia; el primero en acortarla podía dar inició a algo o derrumbar por completo lo poco que ya existía entre ellos. El destino siempre es incierto. ¿Tú qué piensas? ¿Qué está es otra historia color rosa?"
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