Ultimo Amanecer

Susan Grace ganó la primer competencia. Aquí les dejo su trabajo.

"Era de noche. Las luces del pueblo se iban encendiendo, de a poco, como tratando de vencer las sombras que inundaban el alma del pobre Ariel. Pero eso –pensó- es imposible. Tantos años cargando con ese peso insoportable en su corazón lo habían endurecido, pero a la vez, hacían que se sintiera sin color, etéreo, como fuera de foco: como una sombra más, que ni toda la luz del universo podría iluminar. En el silencio de la plaza, sus pasos retumbaban rítmicamente mientras se acercaba a la iglesia. Lo había decidido de golpe, casi sin pensarlo: el templo era el lugar justo para lograr su cometido. Si no se equivocaba, todo iba a volver pronto a la normalidad para él, o por lo menos, para el resto del pueblo. Subió los escalones con lentitud, pero con firmeza. Ya estaba ahí, ya faltaba poco para que todo terminara. La puerta principal estaba cerrada, así que rodeó el edificio hasta toparse con otra puerta más pequeña y menos pomposa que daba acceso a la parte trasera del altar.Al entrar, el olor a incienso lo mareó. Las velas que los fieles dejaban a los pies de las imágenes de los santos parpadearon ante el aire fresco que se escurrió al interior junto con Ariel. Ese sólo detalle lo hizo estremecer, ya que las sombras heridas por la luz de las velas parecían acercársele hasta rodearlo como aquella otra vez, hacía tanto tiempo, cuando tenía nueve años y era monaguillo del padre Juan.Aquellas imágenes quedarían grabadas en su retina hasta el día de su muerte. Cómo olvidar esa escena: su madre arrodillada ante el padre Juan en el confesionario, contándole, que había sido violada y que Ariel era el fruto de esa violación. Que muchas veces había querido abortarlo, pero no se había animado a llevar a cabo el infame acto, pero cada vez que lo miraba a los ojos, sólo veía a su violador. Con un llanto que no podía reprimir por más tiempo, Lidia le decía al sacerdote que el agresor había sido Pedro, el sacristán. Ariel, escondido tras una columna no pudo escuchar más. Esa misma noche, Ariel había vuelto a la iglesia mientras todos dormían y había asesinado a su “padre” biológico golpeándolo en la cabeza con un candelabro, una y otra vez; hasta quedarse sin fuerzas, sin aliento, sin lágrimas. De allí en más su vida nunca había vuelto a tener sentido. Nadie supo jamás, que Ariel sabía la verdad y todos creyeron que un ladrón había matado a Don Pedro, cuando lo sorprendió robando el candelabro. Pero, ya no le importaba nada, esa noche de septiembre, con sus treinta años a cuestas, terminaría de una vez por todas con su sufrimiento, su culpa y su vergüenza.Subió al campanario y con toda la fuerza que pudo se ató al badajo de la campana con una gruesa soga que guardaba en el cuartito de los trastos viejos, detrás del gran reloj. Había estado rezando toda la noche para que Dios perdonara sus dos crímenes. Estaba amaneciendo. Vio salir el sol desde su ubicación en la torre de la iglesia. Pronto Rogelio, el actual sacristán, se levantaría para iniciar una nueva jornada de labor.Los minutos pasaban, el sudor perlaba la frente de Ariel, sólo un poco más y dejaría de vivir la vida de miseria que había tenido, un poco más y se acabaría todo.El reloj marcaba las siete de la mañana mientras Rogelio subía pesadamente las escaleras del campanario y se colgaba con todas sus fuerzas de la gruesa soga para llamar a los feligreses a misa y el corazón de Ariel dejaba de latir."

El segundo puesto se lo llevó Amyamiki, el tercero Pablo y el cuarto CiinnHaunted.

¡Felicitaciones! El 12 comienzan las inscripciones para la segunda.

Espero que se anoten.

Saludos y cariños.